Es hora de que los padres adquieran el control digital

Por Greg Mellen, Behind The Badge

Han pasado las fiestas y, si eres padre o madre y tú o Papá Noel habéis dejado un videojuego u otro dispositivo electrónico bajo el árbol, puede que haya llegado el momento de revisar las normas de seguridad de los dispositivos.

No cabe duda de que tanto adultos como niños adoran sus dispositivos. Ya sea excavando en juegos sandbox, participando en batallas épicas o sumergiéndose en discusiones en salas de chat, hay innumerables oportunidades para interactuar, competir y crear comunidad.

La otra cara, sin embargo, puede ser aterradora. La adicción potencial a los juegos, las estafas financieras y el robo de identidad son peligros. También hay amenazas concretas para los menores, como la victimización a través del ciberacoso y los abusos mentales y sexuales. Son recordatorios aleccionadores de que, a pesar de todo lo bueno, existen sombras donde acecha el mal.

Para combatir los peligros en línea, sitios web como SafeOC han publicado directrices para padres en las que se detallan los riesgos de los juegos en línea. Con más de 6.800 millones de personas con teléfonos inteligentes, 4,3 millones en las redes sociales y 3.000 millones de videojugadores en todo el mundo, el mundo virtual se ha entrelazado con nuestra vida cotidiana y parece haber llegado para quedarse. La forma en que interactuamos con los medios y los consumimos y lo que enseñamos a los niños puede ser la diferencia entre experimentar sus beneficios o ser víctimas de ellos.

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